Nature is Speaking

El otro día, hablando con mi abuelo, el pobre dijo una de esas frases de abuelo que más me han dolido, y creedme cuando os digo que últimamente se está luciendo con ese tipo de frases. Fue una frase muy sencilla cuando hablábamos del calor que estaba haciendo en España e, inevitablemente, derivó en el calentamiento global y el cambio climático.

Yo es que eso del cambio climático... no creo que sea verdad.

Mira, Ito (le llamo así cariñosamente), si la sequía que estamos teniendo en Cantabria o los 40 grados que hay ahora mismo en España te parecen normal, apaga y vámonos.

Día del medio ambiente: envases biodegradables.

Hoy la verdad es que no pensaba hacer nada, soy una protoecóloga vaga y esto se me nota en no dar la vara durante los días mundiales de. En rigor paso todo de esas fechas, pero bueno. Ha coincidido que al volver de una interesante tesis que a ninguno os parecería interesante y entrar a tumblr he visto esto:

Este peculiar tipo de envases es que están hechos para que se degraden al mismo tiempo que su contenido, de tal modo que cuando ya hemos consumido el alimento, o cuando éste ha pasado su ciclo vital, se degradan sin ningún impacto medioambiental. Son un peculiar tipo de envase que permite almacenar de manera ecológica los alimentos en distintos tipos de envase según el tipo de contenido.

En la imagen superior se observan tres tipos de envase.
El cono azulado está destinado a almacenar alimentos secos, como arroces (que es el de la imagen), está formado por cera de abeja, de un grosor tan fino que puede pelarse como si fuera una fruta (a mí me recuerda a una mandarina).

En segundo lugar está aquel envase que no me convencía demasiado hasta hace aproximadamente cinco minutos. Se trata de un envase hecho de azucar caramelizada y cubierto por cera de abeja. Para abrirlo, se casca como si fuera un huevo, y el líquido cae al recipiente en el que queramos utilizarlo.

Digo que no me convencía porque yo, dormida como ando y sin acordarme de mis antiguas clases de química, no hacía más que preguntarme "¿pero y no se disolverá el azúcar en el aceite cuando casque?" pero me dio por preguntarle a Martín, que como químico tiene bastante idea al respecto, y me cogió azúcar y aceite y me intentó hacer que se mezclaran. Es imposible, me ha quedado claro, el azúcar no se disuelve en aceite. Este material es por tanto menos dañino, si cabe, que el anterior. Una vez roto el envase, la capa de cera deja de proteger el azúcar y ésta se disuelve al contacto con el agua.




Y por último, nos queda el peculiar envase para almacenar líquidos como zumos o batidos. Se trata de un contenedor de agar agar, una gelatina extraída de un alga que se utiliza en biología para cultivos moleculares, en repostería como gelatina o para hacer gominolas y, ahora, para almacenar líquidos que requieren refrigeración, como pueden ser los zumos o la nata líquida.

Estos tres envases biodegradables solo son unos pocos de los peculiares inventos de Tomorrow Machine, una empresa sueca especializada en el diseño de nuevos materiales biodegradables para formar un futuro mejor. Aparte de estos peculiares envases, tienen un invernadero autosostenible, un bol autoexpansivo para ahorrar espacio y un envase que se expande solo cuando la temperatura de su interior se ha calentado a la temperatura óptima. Además de visionarias ideas para un futuro no muy lejano.
Yo no sé si veré esto en mi casa, pero sin duda alguna sí tengo algo claro, este año ha coincidido que asistí a varias charlas en la universidad sobre el medio ambiente y sus problemas, y estamos alcanzando valores alarmantes, es más, existe la posibilidad de que sea demasiado tarde para dar marcha atrás.
El futuro está a la vuelta de la esquina, y somos los únicos capaces de cambiarlo. No esperemos al punto de no retorno y hagamos algo ya.