A veces me sorprende ver que otros consiguen lo que yo aún ando gateando por lograr. En este caso, me refiero a publicar un libro. No es que me sorprenda sin más, me fastidia, me fastidia de un modo que cuesta expresar, y básicamente por una mísera razón.
Porque no escribe bien.
O, al menos, eso demuestra con las páginas de muestra o lo poco que haya podido ojear del libro. Y sí, evidentemente estoy hablando de casos reales.
Lo peor de todo no es que diga que yo, alguien que aún se pelea por editar su primer borrador, que empieza a preguntarse si inmiscuirse en el mundo de la autopubliación cuando acabe, o mandar sus esperanzas a una editorial casi sabiendo que va a mandarlas a un saco vacío, que yo, no haya logrado lo que ellos ya tienen. Lo que me da rabia es que haya gente más capacitada que esté en mi misma condición.
Y de nuevo, hablamos de casos reales, pero por razones obvias voy a callarlos, aunque me costaría menos darlos a conocer que en el primer caso.
Entonces intento buscarle una explicación. Normalmente pienso: bueno, será autopublicación en una editorial, sobre todo sabiendo que existe en esa editorial una sección así. Luego veo que no, que se lo han labrado. Resignada, cojo el libro y leo las páginas...
Y me quedo en blanco, porque o soy yo, o los personajes no me dicen nada. Yo suelo quedarme enganchada enseguida, yo me he pasado 2 horas esta noche diciendo "un capítulo más y me voy a dormir, que además está Martín dormido..." y sin embargo, leo lo suyo y me quedo tal cual, como si no me hubieran dicho nada...
Coño, y me duele ver que haya gente a la que le cierran la puerta en las narices cuando ellos tienen lo que todos soñamos.
Empiezo a darme cuenta que publicarte tiene mucho de suerte y poco de como sea tu libro. Sí, tiene que estar bien escrito, pero claro, puede que si a alguien no le pillas con ganas, no recibas nada de esa editorial, tal vez si no le atraen los personajes, ni la historia, o simplemente que el género no es el favorito del editor, te quedes de patitas en la calle.
Por otro lado, supongo que influyan los contactos, pero ese ya es terreno peligroso, así que voy a dejar este desahogo, esta reflexión, cortarse aquí.
Escritores con suerte, os envidio.