El día del libro compré la saga del mago de papel por 3 euros pensando que el libro no podía ser tan malo como para no merecer pagar eso por su saga. Os había escrito ya de ello, pero aprovecho para recordaroslo y crear un cierto preludio a la reseña del libro con cómo empecé a leerlo. La verdad es que la historia de cómo empecé a leerlo también es divertida: fue en el mcdonalds de Avilés el día en el que fui al salón del manga.
Tras empezarlo por aquel entonces en mi móvil y con cierta paciencia, pasó a ser mi lectura de las noches mientras iba descubriendo un mundo de ambiente victoriano en el que la magia viene dada por la manipulación de materiales creados por el hombre como pueden ser el papel, el plástico o la goma. Pero, según esas mismas normas, también se puede usar el hombre, ya que el hombre crea al hombre. Sin embargo este último uso de la magia está prohibido.
Totalmente inesperado |