Comet Con 2016: Mi experiencia

¡Buenos dias!

La semana pasada quise haberos traído esta entrada, se trata de una entrada en la que hago un resumen del evento al que asistí el fin de semana pasado, la Comet Con. Por si no sabéis qué es, la comet con es una convención muy similar a los salones del manga, con actividades, talleres y muchos stands donde perder el dinero, y entrada gratuita. El año pasado ya os hice una entrada parecida cuando os conté lo que había comprado (no se puede ir a este sitio con mucho dinero en la cartera), pero ahora también os quiero hablar de las actividades que tuvieron lugar dentro del evento.

Este año el evento tenía lugar en el Palacio de Exposiciones y congresos de oviedo (el calatrava para los de aqui) y se agradecía el cambio. Era más amplio, con dos pisos bien distribuidos entre la zona de compra y talleres y stands de asociaciones. En conjunto, todo bien organizado. Asistí con Raquel, Sheila, Jone y Ainhoa, aunque allí me crucé con Lucía, Brezo y Mangrii.

A pesar de contar con una inmensa variedad de talleres y actividades, no visité tantas como en un principio había pensado. Algunas de las que más me interesaban se solapaban y en otras al final me pudo el agotamiento físico o el frío, pero sin embargo lo pasé en grande. Asistí ambos días, casi desde primera hora.

El sábado, aparte del madrugón, llevaba cosplay. Iba de Touko, personaje femenino del pokemon blanco y negro (un juego del que tal vez os hable si consigo el pokemon negro2 o el banco pokemon, porque me gustaría rejugarlo pero no quiero perder los pokémon que tengo). Esta chiquilla lleva pantalones cortos y estamos hablando de un 5 de Marzo con 5 grados en la calle, así que a las 10:30 estaba instando a los de la Cometcon por las redes sociales que abrieran sus puertas, pues ya estaba al borde de la hipotermia. Entramos y comenzamos a disfrutar de los stands de merchandising y los de fanzines (bueno, stand de autores y manualidades, porque fanzines creo que solo vi a las chicas de pussycrazy) y yo al cabo de un rato fui capaz de quitarme el chaquetón. Era increíble la cantidad de artículos, las ofertas, la cantidad de gente que había en el recinto.

Por la mañana nos dedicamos a observar el panorama, estudiar las tiendas para derrochar por la tarde. Me centré en la zona de artistas, optando por un vinilo de cómo entrenar a tu dragón, que acabó en mi new nintendo 3ds y no puedo ser más feliz con él. A ello se une una pegatina de Desdentao que sigue buscando sitio donde quedarse (esto gracias a Lucía, que es un solete), una lámina de Kvothe y un cuadernillo super mono que seguro que se queda medio olvidado porque me duele usar cuadernos, pero ese es otro tema.

Tras las compras nos enteramos de que se había completado el aforo del palacio de exposiciones y que la cola del exterior era tal que llegaba a dar la vuelta al Calatrava, lo cual no es moco de pavo. Brezo estaba esperando para entrar y unirse con nosotras a un rol en vivo y a punto estuvo de no hacerlo. El rol en cuestión era un vivo de Plenilunio, del cual ya os había hablado en otro evento, aunque rol de mesa y no en vivo, la ambientación es igual. Se trataba de una supervivencia básica en dos salas, en las que era necesario investigar, hacer pactos, arreglar cosas y, tal vez, sacrificar algunas vidas. He de decir que fui la única de mi grupo de amigos que sobrevivió y que me lo pasé como una enana, y no fui la única.

Tras el rol el cansancio fue demasiado para el cuerpo, y volvimos a casa a reponer fuerzas mientras la lluvia chafaba todos los planes de alargar la noche de fiesta con una granizada de última hora.

El domingo, agotadas después de una noche de películas hasta las tantas, nos pusimos en pie, ya sin cosplay, y bajamos hacia la cometcon. Mangrii se nos uniría sobre las 12, aunque ya nos había dado tiempo a dar una vuelta de reconocimiento y tomar un mystery tea mientras esperábamos, además de comprarme un precioso tiesto con forma de bulbasur. Fue entonces cuando nos apuntamos a jugar un par de partidas de juegos de mesa, una al Dixit (un juego muy entretenido que pone a prueba la inventiva, en el que tienes que nombrar ilustraciones sin ser demasiado preciso, pero tampoco muy ambiguo para conseguir puntos. Ya os hablaré del juego si consigo sacar fotos jugando) que gané yo. Y otra al Sushi go, un juego al que jugué ya con los hijos del novio de mi madre, en el que tiene que primar la velocidad para conseguir el mayor número de puntos en poco tiempo, y en el que las cartas cambian de manos cada turno. A este juego no jugué por ser 6 personas y ser máximo para 5, pero hice de maestra y resultó satisfactorio ver que cogían velocidad en el juego.

El juego terminó con rapidez y nos fuimos a comer, con el apetito abierto y despidiéndonos de Sheila, Jone y Ainhoa, que volvían a casa por desgracia. Nosotros comimos y volvimos al centro, no fuera a ser que no pudiéramos entrar para el concierto de bandas sonoras, que se retrasó un pelín, lo que me dio tiempo a tomar un ibuprofeno para revivir un poco (noches de desenfreno…). El concierto fue impresionante, no solo por la variedad de bandas sonoras y de videojuegos, además de un cameo de Star Wars por en medio, sino por lo divertido que fue grabar a Brezo. Le he mandado a Mangrii los vídeos para solapar mi imagen con la suya general y espero que pronto podamos verlo terminado.

Terminamos el concierto y decidimos hacer algo juntos (aparte de darle a Brezo un regalo que llevaba esperando desde el año pasado) por lo que volvimos a la zona de juegos de mesa justo a tiempo para probar un rol aun en fase de testeo, llamado Ehak, del que podéis saber más en su página de Facebook. Mi personaje es Anarid, un semielfo adicto al sexo y al juego que tenía una deuda de juego muy grande y de algún modo debía saldarla. A pesar de andar cortos de tiempo para finalizar la partida demostración, me pareció un juego muy interesante, con una ambientación muy currada de la que me gustaría saber más. Si queréis, hablaré un poco más de este juego de rol en otra entrada, porque este resumen se me está quedando largo. Tras esas 3 horas de partida cada uno se despidió y volvimos a nuestra casa, un poco más pobres, pero mucho más felices.

Como veis, el evento ha dado para largo y lo he disfrutado a tope. Ahora toca descansar un poco y recargar pilas, porque pronto soy yo la que colabora en un par de jornadas de rol y juegos de mesa en Santander, y aunque trabajando también las disfruto, la cosa no es exactamente igual.

¿Vosotros habéis ido a algún evento así? ¿Qué es lo que más os gusta de ellos?