¡Buenos días!
Hoy vuelvo a hablaros de libros (ya era hora) y he decidido hablaros del último libro que he leído, que se trata del único libro que me han regalado por mi cumpleaños. No me quejo, he tenido muy buenos regalos y ya os iré hablando de ellos en próximas entradas, pero sin embargo teniendo en cuenta que en mi wishlist había muchos libros, me siento un poco decepcionada. Aún así mi madre me ha dicho que me pedirá algo a amazon y tal vez por san valentín caiga alguno (mientras escribo esto miro a martín a ver si cuela, pero nunca nos hacemos regalos así que lo dudo mucho. Me tocará ahorrar).
En fin, me enrollo. El libro que me regalaron mis amigas fue
Sueños de Piedra, un libro al que tenía muchísimas ganas, no solo por ser de las preciosas Iria y Selene, a las que había conocido ya en el celsius y cuyo otro libro (Alianzas) ya me había leído (y había disfrutado mucho) sino porque el hype era muy grande y porque tenía la sensación de que el libro me iba a encantar.
Spoiler: no me equivocaba.
Sueños de piedra nos cuenta la historia de Arthmael de Silfos, un príncipe que lucha por su corona, y Lynne, una prostituta que lucha por su libertad (o por sí misma. O por muchas cosas, Lynne es un personaje muy profundo. Todos lo son. Me enrollo). La historia de estos dos personajes se entrelaza desde el principio, pero no se une hasta que el joven hechicero Hazan aparece frente a ellos.
Supongo que siempre hay un momento en el que creemos que somos
invencibles. Un instante en el que nos olvidamos de la vida real, hasta
que ella misma nos obliga a despertar.