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Rese-libros: La música del Silencio.

Os voy a ser sincera y decir que no sé ni cómo comenzar esta reseña. Llevaba meses esperando este libro, meses. Porque si no me he enamorado suficiente de Patrick Rothfuss con el nombre del viento, lo hice gracias al SFKKC (lo mejor de todo es que no estoy, pero les sigo y son amor) y a la Celsius de Avilés. Bueno, y a su perfil en goodreads que es una buena forma de pasar un rato. 
Impaciente es decir poco, estaba histérica, llevo semanas histérica deseando la llegada de este libro y ver lo que había bajo su portada. Desde el 28 de septiembre le empecé a gritar a Brezo que quería el libro ya, desde el 21 de octubre gritaba que faltaba una semana, el 27 de octubre era la impaciencia personificada diciendo que me despertaría tempranísimo para comprarlo en cuanto abriera la librería (y llegué tan pronto que no lo habían puesto en los estantes y casi me da un infarto)
Hola, saludad a mi dedo y yo casi muriendo en las escaleras mecánicas.

Ya habían avisado, no era una historia normal. Y yo no sabía cómo tomarme eso, creo que nadie lo sabe hasta que se encuentra metido en la novela y dices "Ahh vale, te referías a esto". Sin embargo yo pensé que lo sabía, o me hice una idea de lo que quería leer.
Y no me encontré eso.
Al principio pensé que estaba decepcionada, pero a medida que leía la historia me cautivava. Lo acabé con un regusto raro, como si no me hubiera dado tiempo a saborearlo (spoiler: no me dio tiempo a saborearlo, lo ventilé en 4 horas), pero al mismo tiempo habiendolo disfrutado a medias. Es como si hubiese recolectado la uva y ahora tuviera que fermentar.
Y fermentó. Estuve en clase dándole vueltas a su historia, estuve intentando saborearla con el regusto que me habían dejado sus páginas. Y al final decidí que ya, la uva siendo mosto, había fermentado bastante, y supe que sí, que me había gustado.
Y hasta aquí la crónica de yo leyendo el libro, voy a intentar hacer una reseña de este libro-no libro como parece llamarlo Rothfuss.

Rese-Libros: El temor de un hombre sabio.



Crónicas del asesino de reyes continúa igual de fuerte que su primera parte, y sin duda alguna me dejó con ganas de más. El libro esta vez tardó un poco más en leerse que su predecesor, pero también estaba más liada con exámenes, trabajos y esas cosas.
El temor de un hombre sabio y el nombre del viento, su primera parte, llegaron a casa en el mismo día en el que yo me finalizaba la copia digital del segundo, pues me habían encantado tanto que decidí aprovechar la oferta del día del libro de amazon y comprarme ambos ejemplares. Y ahora andan al cuidado de unas amigas para que disfruten tanto como yo.
¿Y qué os podéis esperar de este libro que no hayáis visto en el otro? La verdad es que, como es una continuación, se podría decir que el temor de un hombre sabio no te da muchas sorpresas... pero mentiría, sin duda alguna no eres capaz de predecir el camino que va a tomar Kvothe a no ser que te hagas spoiler. Te introduce nuevas culturas y te muestra extraños sistemas de política, también te introduce en intrigas que no sueles esperarte y te transporta con las palabras como solo patrick Rothfuss y otros pocos autores saben.
Ese hombre hace magia con las palabras, absoluta magia.
La rabia es que, como cabe esperar, el libro no acaba. Pero es que no es que te deje con la sensación de que ha acabado. Sí, como en el anterior, se acaba un día de narración en la taberna, pero casi tienes más dudas que cuando empiezas... ¿Llegó a resolver alguna Patrick en algún momento? Es triste pensar que a veces lo dude.
Pero, aparte de su historia, de sus personajes tan bien cuidados y de una gran cultura, lo mejor es la sabiduría que algunas de sus frases encierran. Todo el mundo conoce la más famosa de esta saga:
Todo hombre sabio teme tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre amable.
Pero tiene otras piezas de sabiduría que a veces al releerla hacen que se me pongan los pelos de punta de nuevo.
"Solo un necio se preocupa por lo que no puede controlar. Solo un necio desconfía de lo que ve con sus propios ojos."
"Contener risa no es bueno. Ni sano. Contener lágrimas tampoco."
La historia de Kvothe sigue sin llegar a su punto final, y sin embargo sabemos que aún queda mucho por saber de él, de Denna y de otros tantos compañeros. Y lo echo de menos, reírme con ellos, sentir la angustia en el borde de la garganta y detenerme a saborear cada palabra como si fuera la última. Por suerte, los libros no se gastan.

Reseña: El nombre del viento.

Este fin de semana, en el que no es que lo pasara de fábula, saqué el ebook y me dispuse a acabarme por fin "El nombre del viento". Como comenté en mi reseña en goodreads me ha costado poco más de una semana ventilarme las 720 páginas que tiene, y eso es chunguillo sobre todo por el hecho de que suelo leer por las noches, y no todas, que me da un poquito de lástima sentir a Martín en mi espalda dormido y no con la luz encendida. Pero es eso o nada.

Es un libro que me ha enganchado desde el principio. Me descargué en google play books (o como se llame) la muestra gratuita y me la acabé cuando ya no me quedaban capítulos de Doctor Who un día en el bus de vuelta a Oviedo. Desde entonces le metí caña al libro que me estaba leyendo (la reina de los monstruos, de una chica que hizo el NaNo) y me comencé ese (una tarde, cuando bajé a jugar al mus y no tenía hueco). Pero el caso es que, desde ese día, no paré.

Creo que ha sido como mi reenganche en la lectura. La tengo muy de lado, por mucho que me duela, sobre todo por el hecho de la uni. Cuando me leo algo, últimamente son artículos sobre el rumen o sobre los intermareales rocosos, y cosas que en el fondo, aunque son muy interesantes, no son lo que busco a la hora de coger un libro.

Pero bueno, me voy por las ramas. El caso es que comencé a leerlo y no paré. Caían de 200 en 200 páginas los días en los que podía permitirme leer, y es que había veces que no quería parar. Si por mi fuera y pudiera olvidarme de las necesidades básicas, habría leído el libro del tirón, como con los juegos del hambre. Pero, evidentemente, el doblar en páginas al libro de Suzanne Collins me hizo cambiar la táctica.

Si nos centramos en el libro y en por qué me ha gustado tanto, comenzaré con que me cautivó ya solo con el prólogo. La forma que Patrick Rothfuss de narrar el silencio fue suficiente para saber que quería leerme ese libro. Pero entonces, ya no solo añadiendo el modo de narrar, nos encontramos con una historia interesante, la vida de un héroe narrada desde los comienzos, envolviéndonos y haciéndonos sentir empatía por el pequeño Kvothe. Y, por si acaso nos olvidamos de que es una historia pasada y está siendo narrada, los interludios están ahí para suavizarnos la situación (o para joderla, a veces los ponía un poco mal y te entraban ganas de saltártelo, pero no lo hacía, porque es difícil saltarte páginas en un ebook).

Lo mejor, es que aparte de un buen personaje principal, hay unos buenísimos personajes secundarios supliendo todas las carencias del principal, haciéndole ver los errores y sacándonos una risa cuando crees que no pueden hacerlo y todo se te va a caer a pedazos. Añadamos a la ecuación los plot-twist más variopintos cuando piensas que todo va a ir bien (Patrick, tu a Kvothe le tienes manía, ¿verdad?) y algunos insultos y frases sueltas que te hacen parar la lectura y replantearte tu completa existencia, lo que hacen este libro único.

Y aquí viene mi única pega, porque la verdad es que ha sido un libro  genial. Y esta es que a veces parecía que la historia no avanzaba pese a que estaba leyendo. No sé si era porque temía que algo malo iba a venir o simplemente porque sentía que la historia no avanzaba, el caso es que en algunos momentos mi estómago, normalmente encogido de puro nerviosismo, se estiraba un poco, como relajándose, y se me hacía una lectura más lenta.

Pero de nuevo, esas eran las menos, y pese a todo, este libro se merece un 10. Totalmente recomendable.

Y, por si acaso no confiáis en mi, tal vez creáis mejor a su autor...