Odiseas roleras: plenilunio y Blacksad

Hace unas semanas se celebraron en Oviedo las Jornadas Odisea, unas jornadas dedicadas al rol y los juegos de mesa, ubicadas en el auditorio príncipe felipe de Oviedo. Yo ya había pasado el año pasado y este iba a tiro hecho a jugar las partidas que mastereaba mi amigo Pedro, acompañada por Brezo y Raquel.

Las Jornadas Odisea, como os dije, tratan de rol, aunque también hay mesas dedicadas a los juegos de mesa y otra sala para algún rol en vivo. Hay varias partidas que se inician a una hora y tienes que ir con antelación para asegurarte un hueco en la mesa, ya que las partidas vienen predeterminadas para pocos personajes. El primer día solo fuimos raquel y yo con 15 minutos de antelación, pero conseguimos hueco en la partida de Plenilunio.

Plenilunio nos sumerge en una ambientación apocalíptica. Mientras jugamos, el mundo se está yendo a la mierda. Así, literalmente. Empieza a fallar la electricidad y el agua corriente, pero en ciertas zonas sigue habiendo. También hay internet, y la gente lo utiliza para realizar trueques de forma segura. Además, en este mundo descubrimos que no estamos solos en el universo, con la presencia de los Solares y Lunares (sí, yo cuando lo escuché también pensé más en una camisa de lunares que un demonio). Y, por si fuera poco, algunos humanos adquieren habilidades especiales.



La verdad es que la ambientación de la historia es muy completa, pero para un resumen rápido puede hacerse en cinco minutos. Como era una partida de demostración, nos habían dado unos personajes prefabricados, pero carentes de una historia propiamente hablando, lo cual me gustó bastante. Con las bases que nos habían dado del mundo, nosotros escogimos un personaje (bueno, nos dieron un personaje, ya que uno de los jugadores nos propuso un juego para decirnos cuál nos pegaba más) y lo volvimos nuestro gracias a nuestra propia historia. A mi me tocó ser Eloise, la cazadora de ángeles, con el típico pasado de niña buena que presencia el asesinato de sus padres a manos de un ángel y jura venganza, arco en mano. Aparte de mi personaje, estaba Tanisha, una niña pequeña que hablaba con hurones, un pandillero sacado de la naranja mecánica cuyo nombre no recuerdo y una hacker informática que tampoco recuerdo el nombre (aunque su nick en la red era Niobe, eso sí lo recuerdo yo por lo bajini tras haber leído ready player one no hacía más que decir Art3mis, pero no coló). Nuestro grupo era, cuanto menos, peculiar, pero nos las apañamos bien.

Me "nombraron" líder y salió "bien" la cosa. Increíble. Y con bien digo que no fue un completo desastre.

Quitando bromas, el sistema de juego es bastante sencillo y en base a dados de 6, uno tira tantos dados como puntos tenga la habilidad frente a los dados de dificultad que tira el máster. Los 4-5-6 son éxitos, y en caso de tener una especialidad (en combate tener especialidad en arcos, por ejemplo), el seis vale doble. Los unos anulan un éxito. Además, están los puntos de destino, que hacen la historia interesante.
Se supone que en este mundo el destino es lo que guía a nuestros personajes. Cuanto más alto sea el valor de destino, más cerca estaremos de haber alcanzado nuestra meta en la vida y más cerca de perder a nuestro personaje. Pero si vamos en contra de nuestro destino, la cosa se pone más difícil. Así que es un debate moral entre cuánto quieres al personaje y cómo de difícil quieres hacer la partida. En parte tener una puntuación alta de destino es beneficiosa, pero nos puede traer también malas pasadas. Hay que tener cuidado.

La aventura que jugamos (llamada "sugar daddy") fue muy entretenida y variada. Tenía su parte de investigación, desplazamiento, toma de decisiones difíciles, pues sabías que alguien podía morir tomaras la decisión que tomaras... y un final algo amargo. No quiero hacer mucho spoiler pero si alguien está en el apocalipsis, acabar con cinco niños no es lo mejor del mundo. Mucho menos cuando hay un drogata viajando contigo. Mi personaje lloraba de resignación. Me fue muy entretenida no solo por la trama, sino por lo bien llevada que estaba (Pedro masterea genial, desde aquelarre yo lo tengo en un pedestal) y por la buena interacción que tuvimos entre personajes. Fue gracioso porque yo en parte intentaba no preocuparme pero mi personaje tenía empatía en una especialidad y estaba todo el rato "es que no quiero preocuparme, pero tengo empatía y tengo que ser fiel al personaje". Y luego me olvidé de realizar primeros auxilios a un compañero. Un descuido lo tiene cualquiera.

La verdad es que el juego me gustó mucho y me dejó con la intriga de saber más, así que no sé si añadirlo a mi wishlist y ver si suena la flauta (?)

Y el sábado, nos apuntamos a la partida de Blacksad.
Por si no lo sabéis, Blacksad es un cómic español de temática detectivesca, ambientada en los Estados Unidos de los años cincuenta. Los personajes protagonistas son animales antropomorfos, aunque no por ello la historia es infantil. Es una historia cargada de tintes oscuros como pueden ser el racismo o el sexismo (aunque el racismo, esta vez, va por grupos animales). Si lo queremos ver así, sería Zootopia pero en los años 50, cuando la especie animal le dice al personaje lo que puede o no puede ser.



En esta aventura sí jugábamos con personajes preestablecidos al completo, sacados de los cómics y con su historia y personalidad explicada con hitos. En este caso fui Alma Mayer, que es una gata escritora, afiliada a los comunistas y con mala suerte en el amor. Raquel fue Blacksad, el protagonista con quien mi personaje había tenido una historia que no funcionó, Brezo fue Luanne, una gata circense con un pasado oscuro y alma de Agent Carter, y luego estaba Weekly, la comadreja periodista (macho) y un gorila boxeador (que no recuerdo el nombre). La aventura se centra claramente en una investigación criminal, siguiendo pistas de la mejor manera posible e intentar descubrir la historia a gran escala. Nos iba muy bien durante toda la partida, pese a grandes dificultades para comunicarte entre grupos (nos habíamos dividido en dos) cuando estábamos en un mundo todavía carente de telefonía móvil. Logramos ver todo el cuadro de la historia, aunque... bueno, nos podía haber ido mejor.

El sistema es casi más sencillo que el anterior. Siempre se tiran seis dados, pero unos (de un color) son nuestra habilidad, y otros el factor suerte. Los de nuestra habilidad, o capacidad para realizar una acción, nos dan un éxito con 4-5-6, y los unos no anulan un éxito. Los del factor suerte solo nos sirven si es un 6, y el uno nos resta un éxito. En este caso además, las especialidades lo que nos permiten es sumarle tantos puntos a un dado como puntos tengamos en la especialidad, o repartirlos entre dados para alcanzar más éxitos (o anular unos). También hay características de combate, moralidad e instinto, que básicamente se explican por sí solas.

La verdad es que es la primera vez que jugaba con este sistema, y me pareció curioso por el hecho de contar siempre con el mismo número de dados, pese a que se ve enseguida que contar con el factor suerte no es una buena táctica. Tuvimos que hacer muchas deducciones sobre la marcha y recuerdo un momento en el que llevaba media hora proponiendo una teoría y de golpe Brezo propuso la misma y yo "ah claro, ahora te parece bien, ¿no?" todo indignada. La verdad es que hubo mmentos muy graciosos y el hecho de que los personajes tengan cualidades animales le da un toque de humor a la historia, aunque a veces eso complique las cosas. Fue una historia distinta que por un despiste al final nos dejó con muy mal sabor de boca, pero lo pasamos igualmente en grande.

Si tuviera que elegir uno de los dos juegos que jugamos, me quedaría con Plenilunio. El género es más de mi agrado y la historia es muy completa. Pero justo Raquel quería probar una historia de detectives y fue muy buena experiencia. Me gustaría haber probado más partidas, pese a que quedé mentalmente para el arrastre tras terminar Plenilunio (nos dedicamos a comerciar con paracetamol pero nadie en la mesa tenía uno, ¿os parece normal?), pero lo bueno es que siempre tendré tiempo de apuntarme a otras jornadas y seguir probando cosas.

Hablando de otras jornadas, aprovecho para deciros que ¡las jornadas Minas Tirith ya casi están aquí! Este año estamos a tope durante todo el puente de diciembre y posiblemente eso me cause dolor de espalda así que si alguien se apunta a verme que me avise y me lleve un cojín térmico o algo jajaja. Como veis yo voy de jornada en jornada. Lo sé. Es agotador y genial al mismo tiempo. Lo malo es que en estas me va a tocar trabajar y no jugar.

¿Habíais probado algún juego de rol? ¿Soléis ir a eventos de este estilo? ¿Cual es vuestra experiencia?

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